Me dedico al Arteterapia Gestalt Humanista por varias razones, la primera es que he crecido y me he formado en el mundo del arte y del estudio de la técnica (He sido bailarina profesional) con un profundo conocimiento del cuerpo y sus estados, tanto de forma mecánica como sensitiva, emocional y expresiva. A través de la formación y de la investigación de diversas técnicas y disciplinas corporales, he podido comprender que somos mucho más de lo que pensamos, de lo que contamos, de lo que sabemos. El cuerpo, dentro su gran sabiduría, nos proporciona una valiosa información que a veces no podemos encontrar a través de nuestros pensamientos o recuerdos. Darnos cuenta, estar presentes, con la atención plena en lo que ocurre, es el primer paso hacia el camino del autoconocimiento y el descubrimiento personal.

Con un enfoque humanista, el trabajo que desarrollo  se centra en la persona, en su desarrollo integral y humano.  Cada uno de nosotros somos únicos e irrepetibles, con un potencial por descubrir, con libertad y responsabilidad sobre nuestros actos.

La Terapia Gestalt nos demuestra que el organismo se autorregula constantemente  de forma natural, los pensamientos limitantes y nuestros bloqueos inconscientes impiden que nos desarrollemos de forma positiva en muchos momentos.

El miedo es el mayor limitante. Miedo a no poder controlar una situación nueva, miedo a sentirnos rechazados o no amados. Cuanto más miedo tenemos, más necesario se hace el autoengaño, un mecanismo  que nos hace pagar un precio muy alto, ya que sin darnos cuenta, vamos desarrollando de manera completamente inconsciente, un personaje creado de acuerdo a lo que consideramos  defectos o    cualidades imperfectas  que es necesario esconder o disimular para ser aceptados.  Esto nos aleja del contacto con nosotros mismos y los demás.

Hace más de  veinte   años que trabajo con   grupos. Cada persona que encuentro tiene  un mapa  de vida  distinto grabado en su cuerpo. Las partes bloqueadas, reprimidas o castigadas de nosotros mismos nos acompañan a cada momento en nuestra forma de caminar, hablar, comunicarnos,  respirar...

 

La separación y el desconocimiento de nuestras sensaciones, la falta de comunicación entre nuestro cuerpo,mente y emociones  es el origen de los conflictos e incoherencias que nos alejan de la paz y la armonía.

El  arte, como toma de contacto directo con nuestro mundo emocional,    nos permite  descubrirnos y reconocernos gracias a la autencidad del momento presente. Es una valiosa herramienta que  permite llegar a la  información más profunda del individuo y desarrollar todo el potencial y la alegría que se encuentra dentro de cada uno de nosotr@s. Utilizo el proceso artístico, las técnicas corporales y la toma de conciencia como espejo donde poder observar-se, descubrir-se y comprender nuestros impulsos tan llenos de significado.

   Vivir el proceso artístico nos permite caminar en una experimentación consciente. Mirar nuestra obra nos permite reconocer,  y acercarnos a nuestra verdadera esencia a veces dormida detrás de tantos automatismos y hábitos aprendidos que nos han hecho olvidar lo que verdaderamente somos.